El club de LaLiga cerró con pérdidas la última temporada, en la que aprovechó el excedente de 6,4 millones que logró un año antes con la venta de Kang-in Lee. La cifra de negocio ha crecido un 15% en los dos últimos años y ya supera los 70 millones.
El RCD Mallorca ha pasado de estar en Segunda B a encadenar cuatro años consecutivos en Primera División y, pandemia mediante, transformar un campo de fútbol con pista de atletismo en un estadio. El club prácticamente completó su mayor ciclo inversor de la historia en 2023-2024, una temporada en la que alcanzó la cifra de negocio más alta de su historia y en la que tiró de la hucha acumulada en los últimos años para asumir unas pérdidas de 7,83 millones de euros. “En los momentos de crecimiento y transformación es cuando hay que seguir invirtiendo”, argumenta Alfonso Díaz, CEO de negocio bermellón, en conversación con 2Playbook.
Los ingresos ordinarios subieron un 11% interanual, hasta 71,2 millones de euros, con crecimientos en dos áreas que avalan los casi 90 millones de euros invertidos entre adquisición de jugadores y transformación del Estadi Mallorca Son Moix y de la ciudad deportiva. De hecho, es en la imputación de esta actividad donde el ejecutivo considera que hay que analizar el último ejercicio de la mano de 2022-2023. En aquella temporada, la entidad logró 20,5 millones en plusvalías por el traspaso de Kang-in Lee al Paris Saint-Germain (PSG), un excedente que permitió dar un beneficio de 6,4 millones entonces y que se reinvirtió en la compra de jugadores en 2023-2024.
“Una vez que hemos situado al club donde más o menos queremos, hemos hecho un proceso de inversión fuerte, ligado al Plan Impulso y porque queremos seguir creciendo; aquí no se repartieron dividendos y todos los ingresos de esa venta se han reinvertido”, asegura Díaz. “Estar en Primera es lo que te permite no depender de más aportaciones de los accionistas; el ebitda en el conjunto de las dos últimas temporadas es de 4,6 millones, por lo que seguimos generando caja”, defiende.
Basta con ir al balance para comprobar que el valor de los derechos de adquisición de futbolistas ha pasado de 26 millones a 42,8 millones de euros en un solo año. Seis veces más que antes de la pandemia. Y eso se traduce también en mayores gastos para mantener la competitividad deportiva. La masa salarial -personal deportivo y amortizaciones- aumentó un 10% interanual en 2023-2024, hasta 55,8 millones de euros, casi el triple que hace sólo cuatro años, según datos extraídos de Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, a partir de las cuentas anuales del conjunto de LaLiga EA Sports.
Y en esa subida pesan sobre todo las amortizaciones por fichajes, que pasan de 8,8 millones a 14,6 millones en la última temporada, mientras que los salarios de personal deportivo se estabilizaron en torno a los 41 millones. Al margen quedan los 6,5 millones en personal no deportivo, que no se incluyen dentro de la masa salarial, cuya evolución ha ido muy en consonancia con el de la cifra de negocio, por lo que el principal elemento que explica las pérdidas es la evolución de las plusvalías por traspasos.
Tras el pico de 2022-2023 por la operación con el futbolista surcoreano, los ingresos por este concepto cayeron a 2,23 millones de euros en la última temporada, bastante alineado con el promedio anual de la última década. “No tenemos la necesidad de desprendernos de nuestros activos si no es porque se dan oportunidades para el club o el jugador; queremos mantener la competitividad”, refuerza el primer ejecutivo bermellón.
El RCD Mallorca ha podido financiar su transformación con fondos propios, tras la ampliación de capital de 14,7 millones de euros que se cerró en 2023 –la propiedad ya ha inyectado más de 60 millones en siete años–, y el Plan Impulso. De ese proyecto con CVC y LaLiga le corresponden 28,3 millones de euros, que se han usado para plantilla deportiva, pero también avanzar en modernizar las instalaciones, sumar estructura corporativa y activar planes como la renovación de su identidad de marca.
“Hemos hecho un trabajo de marca importante, y ahora empezamos a ver los resultados”, valora Díaz sobre una reconexión social que se ha traducido en mayor masa social, peñas y actividad en sus instalaciones. De hecho, La facturación por taquilla más que se duplicó, hasta 5,1 millones, gracias a su clasificación para la final de la Copa del Rey, mientras que la recaudación por socios y abonados se disparó un 34% interanual, hasta 6,3 millones de euros, duplicando lo que obtenía por esta vía antes de la pandemia.
Díaz explica que se ha pasado de 20.400 a 22.500 abonados y que la asistencia media ha crecido un 17% respecto a los casi 17.800 espectadores de 2023-2024, por lo que todo apunta a que el matchday se mantendrá ligeramente al alza en 2024-2025, ejercicio en el que podrá sumar los ingresos por la Supercopa de España.
En este sentido, la trayectoria deportiva y social les hace pensar que también habrá estabilidad por televisión, que en 2023-2024 aportó 47,2 millones de euros, un 5% más interanual. El área comercial logró una subida del 1%, hasta 12,6 millones, en un ejercicio donde ya se aprecia el cambio en el modelo de gestión del retail con Fútbol Emotion, al computarse únicamente el margen atribuible a esa operativa y minimizar en la cuenta de resultados el gasto en material deportivo.
A corto y medio plazo, el RCD Mallorca confía en un nuevo salto de este área con los ingresos que aporte el sports bar que se ha abierto en el estadio y la clínica deportiva que se inaugura en enero. T
ambién se trabaja en la apertura de un parque indoor de fútbol con distintas estaciones de juego, así como otros negocios que aún están pendientes de la obtención de licencias y la maduración de su ofensiva en el segmento VIP.
AUTOR: Marc Menchén
Fuente : toda la información viene de la https://www.2playbook.com/,
2Playbook es la plataforma de negocios para la industria del deporte de referencia en España.