Un compromiso con el juego limpio dentro y fuera del campo.
El RCD Mallorca ha iniciado una transformación profunda que va más allá del fútbol. Desde 2010, el club ha trabajado para recuperar su rentabilidad financiera y consolidarse en la Primera División, pero también ha asumido un papel activo en la generación de valor compartido: económico, ambiental y social.
Más que fútbol: una visión sostenible
La sostenibilidad se ha convertido en un eje estratégico del club, que entiende que el éxito deportivo debe ir acompañado de un impacto positivo en la comunidad y el entorno. Esta visión se traduce en acciones concretas que buscan mitigar el impacto negativo y potenciar el positivo en tres dimensiones clave:
El RCD Mallorca promueve el “juego limpio con el planeta”, adoptando prácticas responsables en la gestión de recursos, reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética en sus instalaciones.
El club se posiciona como un agente de transformación social, apoyando iniciativas comunitarias, fomentando la inclusión y siendo un embajador activo de los valores de Mallorca.
La sostenibilidad también se refleja en la gestión interna del club, con políticas de transparencia, ética empresarial y desarrollo de nuevas unidades de negocio que refuercen su estabilidad a largo plazo.
Un marco de referencia con pilares sólidos
El RCD Mallorca ha definido sus pilares estratégicos:
- Ser embajadores de Mallorca: representando la identidad y cultura de la isla.
- Tener una pasión que transforma: canalizando la energía del deporte hacia el cambio positivo.
Este enfoque integral convierte al club en un modelo de gestión responsable, donde el fútbol es el vehículo para construir una comunidad más justa, sostenible y comprometida.


